La arquitectura es considerada parte de un complejo de relaciones ambientales que adquiere, en tiempo y lugar, individualidad. Arquitectura no es sólo diseñar como concepto de prever con anticipación la realización a construir. El buen arquitecto sigue su obra, la va moldeando y una vez finalizada, continúa el seguimiento de su vida útil. El arquitecto lleva a su obra consigo desde que es un sueño, nunca la abandona, la defiende de todo aquel que quiera agredirla, que quiera que no sea competitiva.

“Arquitecto con tu grandeza has un mundo mejor para que todos aprendamos a valorar lo que tenemos hoy y así dejarle a los niños del futuro un mundo mejor”.